Una habilidad del CIO, CTO y Service Manager
No sé por qué, cada vez que como alcachofas pienso en Putin. Sí, Vladimir Putin, el presidente de Rusia. Es una extraña asociación de ideas e imágenes que nunca he logrado explicarme.
No sé por qué, cada vez que como alcachofas pienso en Putin. Sí, Vladimir Putin, el presidente de Rusia. Es una extraña asociación de ideas e imágenes que nunca he logrado explicarme.
Para vernos la cara basta un espejo; para vernos el trasero (con perdón, así lo dice el refrán) necesitamos dos. El CIO, CTO o Service Manager ha de estar preparado para ello, ha de disponer de un segundo espejo para conocer y controlar lo que pasa en la parte trasera de sus proyectos
La idea original de la celebración del Día del Libro partió de Cataluña, del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés , proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y aprobada por el rey Alfonso XIII de España en 1926.
En la realización de proyectos informáticos, suele sucedernos que los CIOS, CTOS y los Service Managers dedican en el tramo final un excesivo tiempo a mejorar el resultado. Sin embargo, es universal la regla de que cuando se trabaja en proyectos, los tiempos tienden a alargarse peligrosamente a partir del noventa por ciento de su avance, cuando por primera vez se dice “ya está acabado”.
No es muy frecuente, sobre todo en el inicio de las carreras de los CIOS, CTOS o Service Managers, pero a medida que se avanza en la vida profesional, éstos se ven involucrados en actividades que incluyen planteamientos de tipo económico. Muchas veces, se presentan en forma de solicitud de consejo o manifestación de opinión.
Las siglas FIFO significan “First In First Out” y corresponden a un método contable que consiste en considerar que la pieza de un inventario que se vende es la que tiene mayor antigüedad; la primera que entró es la primera que saldrá.
Resulta que, desde hace pocos años, en la economía mundial ha aparecido un grupo de países llamado BRIC, nombre que sale de tomar las iniciales de Brasil, Rusia, India y China, que son los así llamados países emergentes.
Hacer “pellas” o hacer “campana”, es una frase coloquial que no es preciso explicar. Casi todos, en nuestra época de estudiantes, lo hemos hecho, lo hemos disfrutado y lo recordamos - ¿por qué no? - con cierta nostalgia.
Arthur Dooley Wilson fue un actor y cantante estadounidense cuyo papel más famoso es, sin duda, la interpretación del pianista Sam en Casablanca. En esta película, Sam es un pianista y cantante que trabaja en Rick's Café, local al que da nombre su propietario y gerente, interpretado por Humphrey Bogart. Dooley Wilson era cantante y batería, pero no pianista; no sabía tocar el piano. Fue Elliot Carpenter el encargado de tocar el piano en realidad. Wilson tuvo que ser entrenado para simular que era él quien tocaba.
Dicen que fallece la madre de uno que tiene bien ganada fama de tacaño. Al día siguiente se persona en la redacción del diario local, sección esquelas.
Charlie Chaplin, el creador de Charlot, era un genio del cine, sin duda, pero también tenía muy mal genio según atestiguaron todos aquellos que tuvieron ocasión de trabajar con él. Pero, sobre todo, era temido por su exacerbado perfeccionismo que le llevaba a rodar una misma escena decenas de veces. Cuenta alguno de sus biógrafos que de una famosa escena de “Luces en la ciudad” llegó a ordenar más 103 tomas, de las cuales, para la versión definitiva de distribución comercial, escogió la tercera.
Si eres cio, cto o service manager, en tu entorno de clientes, colaboradores, proveedores, compañeros y jefes, casi seguro que hay uno que bebe Pepsi, es decir: que desea algo que no es lo habitual, que requiere y agradece un trato personalizado, directamente diseñado para él.
Llámenme anticuado si quieren pero soy de los que suelen ser agradecidos con los detalles de los demás. Y me llevo una gran alegría cuando alguien se comporta cortésmente conmigo.
Lo escribió Antonio Machado en magníficos versos y décadas más tarde lo cantó Joan Manuel Serrat: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Los CIOS, CTOS y Service Manager son personas que manejan recursos humanos indivisibles, especialmente cuando, debido a su nivel profesional, asumen responsabilidad sobre los proyectos o están dimensionando propuestas técnico-comerciales.
La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite obligatorio que debe pasarse periódicamente para poder circular por las vías públicas. Cuanto más antiguo es un vehículo con mayor frecuencia debe ir a la ITV. Y ello es tanto por seguridad (para evitar fallos que pudieren provocar accidentes) como por eficacia (para mantener el máximo de prestaciones).
CEBIT es la feria más importante de informática y telecomunicaciones que se celebra en Europa. Abre sus puertas a cientos de miles de visitantes durante una semana a finales de invierno, en la ciudad alemana de Hannover, en la Baja Sajonia.
Es muy conocida la máxima de que el 10% final de un proyecto o actividad consume el 90% de los recursos asignados, incluyendo tiempo y costes. Quizás es una exageración, quizás, pero hay algo hay de ello; cuando el río suena… Tratando de evitar ese fenómeno, muchos profesionales de las TIC – y entre ellos hay que destacar a los/las CIOs, CTOs o Services Managers – han desarrollado la pésima costumbre de finalizar los proyectos “a patadas”.
Utilizamos la expresión “perder la cabeza” para referirnos a una acción o reacción desorbitada. Se puede perder la cabeza tanto por conseguir algo que se anhela con fervor como por enfado tras una contrariedad. En cualquiera de los casos, quien pierde la cabeza rompe los razonables equilibrios que los buenos usos y conductas recomiendan.
Los tiempos cambian, estamos en una revolución tecnológica constante, y el hecho de que la tecnología evolucione nos obliga a evolucionar con ella. Pero no sólo tiene que evolucionar lo técnico. La evolución empresarial y la especialización del servicio también deben acomodarse a los nuevos tiempos.
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