La mayoría de habilidades se desarrollan inicialmente en una esfera individual. Saber trabajar en equipo es una de ellas. Los niños, cuando dan las primeras patadas a un balón, no pasan la pelota a sus compañeros de equipo, que le acusan de ser un “chupón”.
Alguien tiene que enseñar al jugador novato que interactuando con los compañeros de equipo, el objetivo común de meter un gol al equipo contario se logra antes y con mayor facilidad.
El CIO y el Service Manager interactúan – formando equipo – con personas de la propia empresa o departamento y con personas que actúan como usuarios o clientes. Estos también son su equipo ya que comparten un objetivo común: mantener y mejorar las infraestructuras de naturaleza tecnológica. Su habilidad es la de lograr que ese beneficio común sea obra de todas las habilidades individuales que residen en las personas que componen los equipos.
En una película western que vi recientemente, dos cazadores de recompensas van en busca de un forajido por cuya captura se ofrece una importante cantidad de dinero; van cada uno por su cuenta. Tienen el mismo objetivo, pero no lo comparten, no hacen de ello un objetivo común y no comparten tareas; no forman un equipo.
Más tarde, muy avanzada la película, se conocen, comentan su fracaso en la búsqueda del delincuente y deciden trabajar juntos: comparten sus conocimientos sobre la conducta del criminal , se dividen el territorio, trazan una táctica de captura para el momento en que lo encuentren, etc. La primera recompensa por Trabajar en equipo es la captura, más tarde llega la otra recompensa, la del dinero.
Un competente CIO o Service Manager hubiera planteado así el guion de la película, desde el principio.