No puedo evitarlo, cada vez que lo leo en la maltratada pizarra pienso en los CIO, CTO y Service Manager de mi empresa, siempre tratando de complacer los gustos de todo el mundo: clientes, usuarios, jefes, colaboradores, partners… Al menos, aquí en el restaurante sólo se trata de acomodarse a los gustos de los clientes. Y éstos, cometen con mucha frecuencia el error de preguntar: “¿Qué quiere decir al gusto?” Con lo cual el camarero manager aprovecha para empezar a recitar a su conveniencia: francesa, patatas, jardinera… (hace una pausa retórica para invitar a elegir entre esas que ya tiene hechas)… Si no hay elección todavía, sigue por jamón, queso, champiñones… (nueva pausa como quien piensa). Está demostrado que el 90% de los clientes a estas alturas ya ha escogido.
No todos los días se recita igual. La oferta cambia según conveniencias de despensa, horario, cocinero y otros factores. Cuanto más experto es el camarero, con mayor agilidad se modifica la letanía y mayor porcentaje de colocaciones se logra.
Claro que hubo uno que una vez que agotó hasta calabacín, judías, alcachofa… Y acabó preguntando: ¿Puede ser de berenjena?
Puede ser. El CIO, CTO y Service Manager ha de poder.
Pero, ¡ojo! si puede ha de evitarlo porque en la cocina van a protestar si cada vez va con una petición de tortilla diferente.