“Vender la moto”. Exageración o, directamente, engaño, cuando se pretende atraer a otra persona hacia una acción, producto u objetivo. A veces, también, es por parte de directivos y managers una forma de “motivar” a los colaboradores.
En la vida cotidiana del CIO, CTO o Service Manager, ambas expresiones son de frecuente aplicación. Son “recompensados” por sus superiores con un coche de empresa (o equivalente) y se ven “obligados” a vender la moto a sus usuarios y subordinados. La moto de empresa representaría el justo equilibrio entre la merecida retribución por el compromiso, la vinculación a los objetivos señalados, y la estimulante motivación hacia las acciones correspondientes. Sin servilismos ciegos ni espejismos cegadores.
No es fácil el rol del CIO, CTO o Service Manager, no, pero con un cierto tipo de entreno esa habilidad se puede aprender y mejorar. Compromiso e ilusión, con honestidad y competencia, no son irreconciliables.