Una habilidad del CIO, CTO y Service Manager
No sé por qué, cada vez que como alcachofas pienso en Putin. Sí, Vladimir Putin, el presidente de Rusia. Es una extraña asociación de ideas e imágenes que nunca he logrado explicarme.
No sé por qué, cada vez que como alcachofas pienso en Putin. Sí, Vladimir Putin, el presidente de Rusia. Es una extraña asociación de ideas e imágenes que nunca he logrado explicarme.
Estuve contratado como pianista en el hotel X de la Costa del Sol durante seis meses hace unos años. Tutto somato – como dicen los italianos - no era un mal asunto, no. El sueldo no era nada del otro mundo, pero hospedaje y manutención eran a cargo de la casa, bebida la que quisiera, uso ilimitado de todas las instalaciones del hotel, horario de siete a doce y los lunes, libre. De vez en cuando, además, alguna turista se mostraba interesada en solicitarme alguna pieza y, quizás, a partir de ahí, ampliar sus conocimientos musicales. Ya he dicho que no era un mal asunto.
Los CIOS, CTOS y Service Manager son personas que manejan recursos humanos indivisibles, especialmente cuando, debido a su nivel profesional, asumen responsabilidad sobre los proyectos o están dimensionando propuestas técnico-comerciales.
Service Desk es un servicio que proporciona soporte técnico y de atención al cliente para resolver problemas relacionados con la tecnología y sus servicios. Es un componente crítico de la gestión de servicios de IT de una organización, y su función es garantizar que los usuarios y clientes tengan acceso a la tecnología y los servicios de la organización de manera eficiente y efectiva. Veamos ahora los puntos potenciales del Service Desk para ayudar al cliente a llegar a sus objetivos:
Service Desk es, sobre todo, una ayuda que se presta con el objetivo de lograr la mayor eficacia posible en la planificación de los servicios informáticos de la empresa y en la resolución de aquellas incidencias que pueden distorsionar su funcionamiento.
Decimos a veces: “Tal persona es muy culta” Quizás lo es, pero, en realidad, nos referimos a que en las conversaciones muestra tener conocimientos sobre muchos temas, generalmente exhibidos por la mención de nombres, hechos, fechas, noticias, etc. Si ese bagaje no pasa de ahí, sin haber traspasado la superficial capa de la bulimia de conocimientos, sería mejor decir: “tal persona es muy erudita”.
En el ejercicio de su profesión, el CIO, CTO y Service manager se encuentra con mucha frecuencia en situaciones en las que saber escuchar es la base del éxito para el logro de sus objetivos. O, cuando menos, es muy importante. Los profesores de habilidades no tecnológicas insistimos mucho en la necesidad de hablar bien; sin embargo, olvidamos a menudo que hablar es un acto esencial de comunicación y ésta se compone de tres pasos: captar, procesar y transmitir.
En la vida de los CIO, CTO y Service manger a veces (sólo a veces y en la medida adecuada), es necesario proceder con la tozudez de Colombo para lograr que las actividades progresen. Los proyectos no son ajenos a estas situaciones. Antes bien, por su criticidad y su complejidad, se da con frecuencia el hecho de encontrarse en encrucijadas en las que para tomar la dirección adecuada o resolver un impedimento es necesario investigar a fondo para evaluar todos los hechos, conocer sus causas y efectuar las necesarias correcciones de conducta.
Cuando uno compra un billete de avión para desplazarse de una ciudad a otra, nadie piensa que detrás de ese simple billete existe el esfuerzo de muchos profesionales para que el desplazamiento se pueda llevar a cabo de manera eficiente y efectiva.
¿Quién no recuerda a Eugenio, el malogrado humorista catalán que, con un estilo sumamente peculiar, contaba chistes en ocasiones larguísimos? Voy a tratar de abreviar uno de ellos.
Para vernos la cara basta un espejo; para vernos el trasero (con perdón, así lo dice el refrán) necesitamos dos. El CIO, CTO o Service Manager ha de estar preparado para ello, ha de disponer de un segundo espejo para conocer y controlar lo que pasa en la parte trasera de sus proyectos
¿Quién no ha tragado en alguna ocasión un hueso de aceituna? Por mucho cuidado que se tenga, siempre hay una vez, tomando una tapa con los amigos o comiendo en casa una ensalada variada, en la que ¡zás!, inopinadamente, el hueso de la aceituna se va para adentro. Si se trata del hueso de una arbequina de Tarragona, no pasa nada, pero si es una sevillana de esas del tamaño de un huevo de codorniz, la cosa ya es diferente. No se puede uno descuidar cuando se comen aceitunas.
Hacer “pellas” o hacer “campana”, es una frase coloquial que no es preciso explicar. Casi todos, en nuestra época de estudiantes, lo hemos hecho, lo hemos disfrutado y lo recordamos - ¿por qué no? - con cierta nostalgia.
En la realización de proyectos informáticos, suele sucedernos que los CIOS, CTOS y los Service Managers dedican en el tramo final un excesivo tiempo a mejorar el resultado. Sin embargo, es universal la regla de que cuando se trabaja en proyectos, los tiempos tienden a alargarse peligrosamente a partir del noventa por ciento de su avance, cuando por primera vez se dice “ya está acabado”.
De sobras son conocidas estas dos expresiones: “Tener coche de empresa”. Es símbolo de estatus profesional, de pertenencia a un colectivo y suele formar parte de lo que se conoce como retribución en especie. A veces, también, es una forma indirecta de “vincular” al directivo o manager.
Utilizamos la expresión “perder la cabeza” para referirnos a una acción o reacción desorbitada. Se puede perder la cabeza tanto por conseguir algo que se anhela con fervor como por enfado tras una contrariedad. En cualquiera de los casos, quien pierde la cabeza rompe los razonables equilibrios que los buenos usos y conductas recomiendan.
Llámenme anticuado si quieren pero soy de los que suelen ser agradecidos con los detalles de los demás. Y me llevo una gran alegría cuando alguien se comporta cortésmente conmigo.
La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite obligatorio que debe pasarse periódicamente para poder circular por las vías públicas. Cuanto más antiguo es un vehículo con mayor frecuencia debe ir a la ITV. Y ello es tanto por seguridad (para evitar fallos que pudieren provocar accidentes) como por eficacia (para mantener el máximo de prestaciones).
Las siglas FIFO significan “First In First Out” y corresponden a un método contable que consiste en considerar que la pieza de un inventario que se vende es la que tiene mayor antigüedad; la primera que entró es la primera que saldrá.
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